Hola de nuevo.
El mes de agosto comenzó bastante tranquilo en cuanto a cacerías. El regreso de vacaciones, la puesta al día, la estancia en una casa extraña de una ciudad de provincias o el trabajo de documentación que pedían ciertos proyectos, fueron algunos de los motivos que me apartaron de la práctica cinegética.
Ese trabajo de documentación del que os hablaba es el que justifica esta primera pieza, abatida rápidamente en formato electrónico con la única finalidad de resolver una breve consulta. Fue fácil.
Pero unos días más tarde decidí darme un capricho. Thinking Horror es una publicación periódica cuyo tamaño me impide llamarlo revista. Horror y Filosofía, ¿hay algo más apetitoso para un gourmand del espanto? Su primer número, del año 2015, se estructura en una intermitencia de entrevistas y artículos, que vertebran la obra con polos continuos de interés. La línea editorial no es ligera, y creo que está plenamente justificada: desde la interrogación sobre el mismo concepto del horror, su diferencia con conceptos afines, hasta la emergencia de diferentes subgéneros o el rastreo de influencias históricas, aquí hay una preocupación y una adicción por el género que en la Torre nos enternece.
Lost Signals y Lost Films son dos antologías de la editorial Perpetual Motion Machine, fundada por Max Booth III y Lori Michelle. Me interesó mucho su planteamiento, y por lo que llevo leído, hay mucha calidad aquí. Las atrapé juntas, en formato electrónico y directamente en la web de la editorial.
Otra editorial norteamericana, Tachyon Publications, ofrecía gratis en su web esta novela de Lavie Thidar, Unholy Land, así que unos días después la metí en la saca también. Parece que va de viajes en el tiempo en Palestina, con lo que no sé muy bien qué esperar, si un drama pseudorrealista tipo Ken Loach o un thriller vertiginoso tipo Looper. Pero el autor está muy reconocido, así que confiaremos en él.
El último trofeo es Cabal, de Clive Barker. Tenía yo una deuda imperdonable con el autor porque no había leído nada de él. Creo que esta indecorosa carencia nace de la forma en que se ha venido promocionando su obra, cargando siempre las tintas hacia un horror corporal que nunca me ha interesado mucho. Sin embargo, cuando vi hace un par de años la adaptación cinematográfica de esta novela, Razas de Noche (Nightbreed), me di cuenta de ahí detrás había un gran autor (además de un muy buen director), y empezó a interesarme la cosa. El Club de Lectura de Dentro del Monolito ha venido a ayudarme a saldar la deuda, pues Cabal supone la obra a tratar de este mes. Y su lectura está confirmando mis sospechas: aquí hay un autor magnífico, con un manejo envidiable del lenguaje, de la estructura y del subtexto.
Y esta fue toda la caza del mes de agosto. No mucha, pero muy seleccionada. He de advertir que en estos primeros días del mes de septiembre ya estoy acumulando unos cuantos trofeos. Se avecina grande este mes. ¡Hay que leer mucho, maldita sea! ¿No apetece, a la vuelta del verano, ese periodo inane de sol abrasador que derrite las neuronas e incapacita para cualquier actividad intelectual, arrancar el nuevo curso lleno de ímpetu lector y ganas de aprender? ¡La caza ha vuelto!
Bueno, en realidad nunca se fue. Seguimos acumulando.