Otro mes más, se me ha echado el tiempo encima. Ya hemos cruzado el ecuador de marzo, y yo sin hablar de la caza del mes pasado. Será una entrada rápida. Solamente dos ejemplares. Mis disculpas. Estoy poniendo en marcha un proyecto de índole profesional que estaba cociendo desde hace unos meses, y ahora que está arrancando ha absorbido mi tiempo por completo. Aun así, saco algo para leer y escribir. Poco, pero lo sigo haciendo. De hecho, he podido enviar alguna cosilla, muy breve, a una convocatoria. Veremos si sale.
En febrero, solamente dos libros, y los dos por Iberlibro. Cosas castellanas para la documentación de una historia que tengo que sacarme ya de la cabeza. De Torbado leí hace unos años El peregrino, que me gustó mucho. Ahora, que leo con otros ojos, me doy cuenta de lo bien que escribe este hombre. El muy loco, un buen día del año 1966, se lía la manta a la cabeza y se va de excursión a Tierra de Campos por varias semanas, durmiendo a la intemperie. Lo que ve allí es abrumador y desolador al mismo tiempo. Estoy subrayando el libro como un poseso; para mí es una mina.
De Delibes me interesa más el léxico. Leí El camino por obligación en la escuela y no me gustó mucho. Reconozco que, a priori, es un escritor que no me atrae. Aun así, El hereje lo tengo en mi lista de pendientes, y no creo que tarde mucho en atacarle. Este otro caerá después del Torbado.
Eso fue todo.
Seguimos acumulando.