Se me ha echado julio encima como un ave de presa, casi sin avisar, y compromisos diversos me han tenido algo alejado de este blog. Vamos con los trofeos del mes pasado:
Mi día de cacería en la Feria de Madrid se saldó con varios libros y dos de ellos firmados. La España vacía, de Sergio del Molino, me ha interesado desde que salió; la premisa me parece muy acertada. Viñetas de Plata, un cómic basado en poemas de Luis Alberto de Cuenca; me hizo tremenda ilusión que me lo firmara: admiro a ese tipo desde que lo vi en Días de Cine. Grimsgribe y Teatro Grottesco, editados por Valdemar, los tenía pendientes y me pareció buen momento para saldar esa deuda. Perturbaciones y Prospectivas son dos antologías de relatos contemporáneos de género en español de Salto de Página. A Arañas de Marte, de Guillem Lopez, le tenía ganas desde hace tiempo. Lo compré en la caseta de Valdemar con la esperanza de que me lo firmara, porque según el programa tenía firma por la tarde en otra caseta. Cuando llegó la hora y por allí no apareció, pregunté la chica de la caseta y me dijo que no tenía ni idea de que fuera nadie a firmar. Así que, hechas mis compras, decidí largarme de allí.
The Gardener’s Garden lo pillé en una de esas ofertas que salen cada cierto tiempo en Phaidon. Es un índice que jardines singulares. El jardín me interesa mucho como escenario, porque allí la naturaleza se disfraza de ficción. Cada jardín cuenta una historia distinta, fruto del diseño, del azar, y de sus visitantes. Son lugares tremendamente evocadores e inspiradores que nunca acabo de entender del todo.
Las antologías de las obras de Heronimus Bosch (“El Bosco”) y Jamie Hewlett de Taschen también las cacé en la oferta correspondiente (las ofertas de Taschen y Phaidon salen, curiosamente, los mismos días), a un precio muy atractivo. El Bosco es muy inspirador. Un visionario adelantado a su tiempo. El dibujo de Jamie Hewlett tiene una línea muy atractiva, a mí me atrapa. Quería saber algo más de él. Me interesan sus vínculos con el arte urbano y la música.
Hace tiempo me topé con Historia de la vida privada en la biblioteca del barrio, y me pareció una idea revolucionaria, y un recurso fundamental: exponer cómo vivían su día a día doméstico nuestros distintos antepasados. Lo anduve buscando por ahí pero estaba descatalogado y las únicas ediciones que encontré a la venta en el mercado de segunda mano rondaban los 300 euracos. Gran idea reeditarlo. La cocina de las legumbres lo cogí dando una vuelta por la sección de cocina de La casa del libro. Hay recetas nuevas, para salirse del sota-caballo-y-rey, que a mí me provoca bastante aburrimiento con las legumbres.
Por último, El bosque profundo, de Sofía Rhei, que es un preciosidad, una joya de libro que encargué directamente a la editorial. Le tengo muchas ganas.
Y eso es todo por ahora. Seguimos almacenando.